5 cosas que debe saber sobre el Beato Michael McGivney

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1. Era un hombre de fe profunda.

El padre Michael McGivney estaba motivado para ayudar a su pueblo a conocer la fe católica, pero también a vivirla cada día más. Y ayudó a su rebaño a hacer lo mismo. MiGivney fue un predicador eficaz y claro, que aplicó los principios de la fe a sus sermones y convirtió el catolicismo en relevante para la vida de su rebaño. El Padre McGivney también se dedicó a enseñar la Fe a los jóvenes en sus parroquias. Su motivación fue su gran fe en Jesucristo y Su Evangelio.

2. Fomentó el crecimiento en la caridad.

Como sacerdote, el Padre McGivney se dio cuenta de las muchas dificultades y pruebas que enfrentaban sus hermanos y hermanas en Cristo. Su corazón compasivo se movió a la acción en respuesta a lo que vio. Siempre atento a las necesidades de los demás, el Padre McGivney amaba a todos con el corazón de un padre. Su gran caridad lo inspiró a establecer Caballeros de Colón como una sociedad fraternal que ayudaba económicamente a las familias en tiempos difíciles.

3. Tenía un propósito sincero.

El Padre McGivney fue fiel en su vida de oración, devoto de la Santísima Madre y hombre de la Eucaristía. El Padre McGivney deseaba inculcar en los hombres católicos un espíritu de piedad, que se extendería a sus familias y comunidades. También sabía que la piedad no era un fin en sí misma, sino el medio para un fin: vivir de tal manera que nos volviéramos santos. Como sacerdote santo, McGivney fue un ejemplo de santidad para los demás y un medio de aliento para quienes lo observaban.

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4. Acompañó a un hombre condenado a muerte.

El padre McGivney visitaba todos los días a un joven condenado a muerte. El joven convicto necesitaba desesperadamente el consejo y el ministerio del Padre McGivney. Claramente conmovido por el dolor durante una misa que celebró en la cárcel por Smith días antes de su inminente ejecución, el padre McGivney caracterizó su presencia en la inminente ejecución como “quizás la prueba más dura de mi vida”. El hombre le dijo al padre McGivney el regalo que era para él, diciendo: “Padre, sus santos ministerios me han permitido encontrarme con la muerte sin temblar. No temas por mí, no debo desmoronarme ahora”.

5. Fue víctima de una pandemia.

En vida del Padre McGivney, los sacerdotes a menudo estaban sobrecargados de trabajo. Asumir múltiples parroquias pasó factura, especialmente en un momento en que el transporte no era lo que es hoy. Los sacerdotes de entonces también estaban expuestos regularmente a enfermedades, como fue el caso del padre McGivney cuando se propagó una pandemia en 1889. Debilitado e incapaz de volver a la fuerza, y después de períodos de descanso y consultas con los médicos, el padre McGivney terminó confinado en su cama el verano antes de cumplir 38 años. El 14 de agosto de 1890 murió, dos días después de su cumpleaños.