La Carta de Pablo a los Romanos nos asegura que Dios no ha dejado a nadie sin algún conocimiento de sí mismo. “Porque lo que de Dios se puede conocer les es manifiesto, porque Dios se lo manifestó. Desde la creación del mundo, sus atributos invisibles de eterno poder y divinidad han podido ser entendidos y percibidos en lo que ha hecho” (1:19-20).
Aunque todas las religiones no cristianas contienen errores, también tienen elementos de la verdad de Dios. Dondequiera que Dios revela Su verdad en cualquier grado, siempre lo revela a través de Su Hijo. “Todas las cosas me han sido entregadas por mi Padre. Nadie conoce al Hijo sino el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar” (Mt 11,27).
Cada vez que un no cristiano ora a Dios, sea cual sea la verdad que conoce y el verdadero amor por Dios que revela, esa persona está de hecho orando a través de Jesucristo que no conoce. Cualquier cosa de la verdad de Dios que esté en la mente y actitud de esa persona debe agradar a Dios.
La Iglesia enseña que las personas que verdaderamente aman y sirven a Dios lo mejor que pueden conocerlo pueden ser salvas. Pero se salvan por la verdad que profesan, no por el error que les han impartido sus religiones.
Esa verdad les llega a través del Hijo de Dios, Jesucristo. Por eso la Iglesia tiene que proclamar que, en última instancia, nadie puede salvarse sino por medio de Jesucristo.
Padre Jorge Salmonetti es un sacerdote católico dedicado a servir a la comunidad y guiar a los fieles en su camino espiritual. Nacido con una profunda devoción a la fe católica, el Padre Jorge ha pasado décadas estudiando y compartiendo las enseñanzas de la Iglesia. Con una pasión por la teología y la espiritualidad, ha inspirado a numerosos feligreses a vivir una vida de amor, compasión y servicio.