Los católicos de cierta edad recuerdan cruces y estatuas envueltas en púrpura durante toda la Cuaresma, un signo inequívoco de la época penitencial en la que la Iglesia había entrado y nos invitaba a abrazar. El profeta Isaías escribió: “En la espera y en la calma serás salvo, / en la quietud y en la confianza será tu fortaleza” (30:15). Eliminar las distracciones de los interiores de las iglesias fue una forma de enfocar nuestras mentes en el llamado de Dios a una vida interior más profunda con su Hijo.
Las cosas han cambiado un poco hoy, pero cubrir imágenes sigue siendo una opción, y las rúbricas en el Misal para el Quinto Domingo de Cuaresma afirman: “En las Diócesis de los Estados Unidos, la práctica de cubrir cruces e imágenes en toda la iglesia a partir de este domingo puede ser observado. Las cruces permanecen cubiertas hasta el final de la Celebración de la Pasión del Señor el Viernes Santo, pero las imágenes permanecen cubiertas hasta el comienzo de la Vigilia Pascual”.
Los asistentes a misa notarán cambios sutiles, pero importantes, en los textos litúrgicos que comienzan el quinto domingo de Cuaresma: un nuevo prefacio y oraciones que nos llaman a prestar más atención a la pasión de Jesús. Cubrir estatuas en este domingo subraya un paso más profundo que damos con Cristo en su camino de Cuaresma.
Padre Jorge Salmonetti es un sacerdote católico dedicado a servir a la comunidad y guiar a los fieles en su camino espiritual. Nacido con una profunda devoción a la fe católica, el Padre Jorge ha pasado décadas estudiando y compartiendo las enseñanzas de la Iglesia. Con una pasión por la teología y la espiritualidad, ha inspirado a numerosos feligreses a vivir una vida de amor, compasión y servicio.
