Una vez sacerdote, siempre sacerdote: el Sacramento del Orden Sacerdotal imprime en el alma del sacerdote un carácter indeleble que lo faculta para realizar los sacramentos. Sin embargo, si un sacerdote ha sido laicizado, es decir, devuelto al estado laico, ya no puede vestirse como sacerdote ni actuar como sacerdote. No se le permite celebrar los sacramentos, pero se le permitiría recibir los sacramentos.
Si se encontrara con una persona en peligro de muerte, todavía tendría el poder de perdonar los pecados a través de la absolución sacramental, y en tal caso se le permitiría hacerlo.
La laicización puede ser voluntaria como favor o involuntaria como castigo. En cualquier caso, al hombre ya no se le permite llevar a cabo los deberes sacramentales de un clérigo ordenado con esa única excepción: en peligro de muerte puede escuchar la confesión de una persona (ver Cánones 976, 986.2, 1335).
Finalmente, es posible que un sacerdote laicizado sea restaurado a las órdenes sagradas, pero solo por rescripto expreso del Papa (ver Canon 293).
Rev. Francis Hoffman, JCD, Director Ejecutivo de Relevant Radio. Síguelo en su página de Facebook “Father Rocky”.
Padre Jorge Salmonetti es un sacerdote católico dedicado a servir a la comunidad y guiar a los fieles en su camino espiritual. Nacido con una profunda devoción a la fe católica, el Padre Jorge ha pasado décadas estudiando y compartiendo las enseñanzas de la Iglesia. Con una pasión por la teología y la espiritualidad, ha inspirado a numerosos feligreses a vivir una vida de amor, compasión y servicio.