Uno de los santos más venerados en Perú es San Martin de Porres por todas las buenas acciones que realizo y las virtudes de San Martín de Porres fue lo que lo caracterizaron durante su vida, así se ganó el corazón de muchos fieles y fue considerado un santo aun antes de fallecer en 1639.
Cualidades de San Martin de Porres
Desde niño fue muy generoso con los pobres y su sencillez lo caracterizaba pues San Martin no se enojaba por los malos tratos que recibió en ocasiones por ser mulato, más bien respondía con afecto para así hacer entender a las personas que el aceptaba la voluntad de Dios.
- Al igual demostraba un profundo valor espiritual desde muy joven cuando de día trabajaba y dedicaba sus noches para orarle a Jesús, era muy devoto y siempre donde estaba había una imagen del crucifijo ya fuera en su habitación, trabajo o enfermería.
- Fue muy famoso por su poder curativo que muchos llamaron milagros, debido a que San Martin siempre atendía a los enfermos y les proporcionaba todos los cuidados que necesitaba así le tocara atenderlos en su habitación en el monasterio.
- Su alma manifestaba estar tan unida a Dios que profesaba calma, santidad y gracia divina por lo que muchos le tenían fe en sus curaciones, muchas veces las personas buscaban consuelo en él y su sola presencia los hacía sentir mejor porque se sentían protegidos bajo la mano de Jesús.
Dentro de las acciones más resaltantes de Porres se encuentra la vez que en una cacerola hizo comer al mismo tiempo a un gato, ratones y un perro, orando le pidió a Dios que los enemigos se volvieran invisibles, según su Biografía, así lograran compartir el mismo espacio sin perturbarse, logrando que esta sea la mejor Virtudes de San Martín de Porres ante los ojos de Dios.
Valores de San Martín
Los principales valores que transmitió San Martin fueron la caridad hacia los necesitados, la penitencia y vocación de servicio, dentro de ellos se enmarca su vida porque siempre demostró que se sacrificaría por los demás antes que por sus propias necesidades.
- También vivió con una cantidad de alimentos muy reducida para ofrecer su sacrificio a cambio de proteger a los necesitados, además realizaba ayunos de pan y agua, toda la ropa que utilizaba era usada y nunca acepto que le regalaran lo que no era necesario, lo cual contribuyo con las virtudes de San Martín de Porres.
Era dedicado y nunca se cansó de dar su ayuda en los hospitales y enfermerías, incluso busco dinero para fundar el Asilo de Santa Cruz, el cual albergó a muchos huérfanos donde les enseño un oficio y el amor por Dios para salvar sus almas de un camino de pecados.
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