San Martín de Porres

Martin de Porres nació el día 9 de diciembre del año 1579 en la ciudad de Lima, Perú(al igual que Santa Rosa de Lima). Fue bautizado en la iglesia de San Sebastián, donde Santa Rosa de Lima fue bautizada 7 años después. Desde niño ya se podía ver su generosidad con los más necesitados, y todas las virtudes de San Martin de Porres.

San Martin de Porres

Tuvo que aprender muchos oficios entre ellos el de barbero, medicina general y cirujano. Dichos oficios le eran muy útiles sobre todo para las personas más pobres a los cuales cuidaba con gran devoción. Era conocido como el ángel de Lima, pues podía curar a todo el que atendiera y decían que estaba en muchos lugares al mismo tiempo, muchos dicen que también era un oraculo.

Oración a San Martín de Porres para los enfermos

(Acompáñenla junto con un Te Verde)

Oh, San Martín de Porres, guardián de los más desolados, compañía del indefenso, en el nombre de Jesús, el hijo de Dios, pido tu auxilio en estos instantes difíciles, ayuda a “nombre de la persona” que está mal de salud.

San Martín, disipa cualquier malestar, cualquier molestia, cualquier sufrimiento, es una persona de bien, piadoso de Jesucristo y devoto creyente de la cruz, con tu mando cúbrelo y protégelo de todo el mal.

Oh, San Martín de Porres, en tu poder confió, el mismo donado por Jesucristo para tus milagros, en esta situación tan difícil ayúdame, no hay dinero para los medicamentos y las medicinas comienzan a escasear, ayúdanos por favor.

San Martín de Porres, acudo ante ti para pedir tu ayuda, San Martín, escucha nuestras súplicas.

Por aquellos milagros que estando vivo cumpliste, por el indefenso que acompañaste, por los enfermos que curaste, dame la gracia de curar a “nombre de la persona”, confiamos en ti, santo mío.

“Nombre de la persona” no soportará más enfermedades, no tendrá sufrimiento alguno, así lo expreso, así lo anuncio, en el nombre de Jesús.

Amén.

mano

Se recomienda realizar esta oración con fe y fuerza, tomando la mano o tocando alguna parte del enfermo para pedir que su enfermedad desaparezca.

Oración de agradecimiento a San Martin de Porres  

(Acompáñenla junto con una infusion de Manzanilla)

San Martín de Porres querido

Por todas las fortunas que siempre me ofreces hoy te quiero agradecer

Las ocasiones que en el camino me pones

Por las personas compasivas y sin interés.

Te doy las gracias por mis familiares,

Por la salud de todos,

Por nuestra alianza.

También te doy reconocimientos por permitirnos ser parte de tu fe,

Por resguardar y amarnos,

Por darnos tu confianza

Amén.

orar

Si tienes algo que agradecer a este santo, no dudes en decir esta oración con los ojos cerrados y tus manos en tu corazón con toda la fuerza y fe que tengas para hacerle llegar tu agradecimiento a quien seguramente salvo tu vida a de algún familiar, esta ayudaría también a dejar de Fumar si la realizas en la Iglesia de San Martin de Porres tiene mas efectos.

Oración a San Martin de Porres para niños

San Martín de Porres divino.

Me inquieta mi niño que está enfermo,

Está frágil, pero no se la razón

Lloriquea y solloza,

Hay algo que le duele

Y perderlo me llena de preocupación,

Porque es lo que más amo

Cúralo, cuídalo

Juntos mantennos

Y protégenos

Amén.

Fuente: Youtube.com

Si tiene a su pequeño hijo enfermo, tómelo en los brazos y acúnelo con amor si puede, si no, tome su mano y rece con devoción a San Martin y a San Lorenzo para que su petición se pueda cumplir

Novena a San Martin de Porres

Primer día: Orientación

(Se realiza la señal de la cruz)

Al enseñar el niño Martín en los iniciales elementos adecuados de su edad, empezaba también a saber sobre Dios que ya desde entonces vino a ser el motivo  y lema de su conducta.

Después llego el aprendizaje de un experto que era barbero y cirujano, que en aquel momento no sólo de la barbería, sino también el de curar las padecimientos más normales…

Martín sabia el bien que podía suministrar a sus prójimos, y así experimentaba de tal oficio optimista de poder ser un día útil a sus similares. Donde se ve, cómo la Divina Providencia iba guiando a su vasallo, para los fines a que lo destinaba.

Pídase la gracia que se desea.
Un Padrenuestro, tres Avemarías y un Gloria.

cruz

Segundo día: Fe en Dios

(Se realiza la señal de la cruz)

Era tan segura la fe de Martín, que anhelaba exigiendo a Dios la gracia de morir por protegerla. Por su parte utilizaba su tiempo libre, en enseñar el cristianismo a los indios y negros en Lima;

Luego distante media legua de la ciudad, enseñaba a otras haciendas vecinas, trabajadores y esclavos, consolándolos en sus labores y padecimientos, e infundiendo amor a la Cruz. Quería llevar el conocimiento de Dios a todas partes.

El Señor le dio la gracia exclusivísima, de estar en dos lugares a la vez, le vemos enseñando y confortando a los sufridos negros en el África y otros lugares apartados.

Pídase la gracia que se desea.
Un Padrenuestro, tres Avemarías y un Gloria.

Tercer dia: Mortificación

(Se realiza la señal de la cruz)

Fray Martín, no obstante el guardarse en la gracia bautismal, se pensaba el peor de los nacidos, e inmerecido del hábito que trasladaba; y a imitación de su Santo Patriarca, rogaba casi toda la noche, dominarse hasta por tres veces de un modo cruel.

Siempre se humillaba, gozando cuando se veía derrotado u ofendido. Cuando le alababan personas importantes, corría a un lugar oculto, y se dominaba fuertemente; si no se le suministraba lugar con intención, se golpeaba diciendo:

-Pobre infeliz ¿cuándo mereciste?.., No seas soberbio; sabes que eres ruin, que naciste para prisionero de estos señores, y que sólo por amor a Dios pueden tolerar tantos devotos santos.

Pídase la gracia que se desea.
Un Padrenuestro, tres Avemarías y un Gloria.

san

Cuarto dia: El taumaturgo

(Se realiza la señal de la cruz)

Eran incesantes las maravillas del venerable Martín ayudando necesitados y sanando enfermos. Algunos eran curados al implorarle estando lejano, y otros con sólo tocar su ropa.

Entre éstos, sucedió que viendo a don Mateo Pastor, que le auxiliaba en la asistencia de los necesitados, se hallaba su señora, doña Francisca Vélez, con una fuertísima dolencia de costado sin lograr calmar con ningún medicamento.

Al San Martin, tomó la orilla de su manto y lo aproximó a la parte dolorida, encontrándose completamente sana. Aturdida exclamó:

– ¡Ah! Gran Siervo de Dios es fray Martín pues con solo tocar su ropa me he sanado.

Confundido fray Martín, le dijo:

-Esto lo ha hecho Dios, señora. Dé los agradecimientos a Dios, pues yo soy un miserable y el mayor pecador del mundo, Dios sea bendito, que toma tan vil herramienta para confortarla a usted, llevando el habito de Santo Domingo para que no pierda su valor.

Pídase la gracia que se desea.
Un Padrenuestro, tres Avemarías y un Gloria.

cruz

Quinto dia: Padre de los pobres

(Se realiza la señal de la cruz)

Porla rapidez con la que el Fray ayudaba a los enfermos, le llamaban Padre de los necesitados. En muchos casos asistió asombrosamente al que le citaba, enfermo o necesitado.

Entre otros, una necesitada a la que él solía auxiliar, se vio obligada, con premura, de cierta cantidad. No logrando ir a hallar al Siervo de Dios, exclamo en estos términos, muchas veces.
-Hermano fray Martín, tu auxilio me falta, y no puedo avisarte la gran angustia en la que estoy.

Al cabo de una hora se muestra el misericordioso benefactor, necesariamente con la suma que ella precisaba, expresándole que no se desesperase pues Dios sabia las penurias de los pobres y sabía corregirlas.

Pídase la gracia que se desea.
Un Padrenuestro, tres Avemarías y un Gloria.

Dia sexto: Amor a Dios

(Se realiza la señal de la cruz)

Todo cuanto fray Martín hacía en sus prácticas y deberes y en correspondencia con sus similares, era consecuencia de su amor a Dios. Cuando pedía, pues, se encontraba como en su foco: a menudo perdía el uso de los sentidos, permaneciendo mucho tiempo éxtasis.

Muchos presentes dieron prueba, de haberle visto en muchas ocasiones suspendido algunos metros sobre el suelo, en su calabozo, en la Capilla, y en la sala capitular hablando con la imagen de Jesucristo.

Si a esto agregamos la dignidad del intervalo en que absorbía a Jesús en que se sentía como en una complacencia prevista, conversando interiormente con su Dios, no nos extrañará el que, admitiendo a Dios tan grande amor, hiciera tan fuerte a su fiel y amante vasallo.

Pídase la gracia que se desea.
Un Padrenuestro, tres Avemarías y un Gloria.

Día séptimo: Al cielo

(Se realiza la señal de la cruz)

Reveló Dios al bendito Martín el día y hora de su muerte mostrándose más jovial y contento.

Se enfermo, y ya no deliberó más que en su Dios, aun mas cuando recibió el Santo Viático, sin presumir las visitas que llegaban a su flagelante lecho de tablas. Mandos, cardenales, dignidades eclesiásticas y hasta el mismo Virrey Don Luis Fernández de Bobadilla, iban a dar sus últimos compromisos para el Cielo a aquel humildísimo siervo fiel, que con insistencia estaba en éxtasis, extasiado en el amor de Dios, a quien siempre había servido.

Se entonó el credo y al decir aquellas frases «se encarnó por el Espíritu Santo de la Virgen María y se hizo hombre», acercó el Crucifijo a su pecho y cerró dócilmente los ojos. Todos sollozaban.. El Arzobispo exclamó: Aprendamos a morir.

Pídase la gracia que se desea.
Un Padrenuestro, tres Avemarías y un Gloria.

Fuente: Youtube.com

Octavo día: Después del transito

(Se realiza la señal de la cruz)

Posteriormente a la muerte de fray Martín, los milagros se reproducen. El propio Notario del transcurso, don Francisco Blanca, se hallaba con una úlcera en un pie, con gran protuberancia en la pierna y grandes dolencias.

Tenía que proceder al día siguiente. Invocó al Santo y al momento se quedo dormido; al despertar se halló bien, sin protuberancia, y la úlcera seca y sana.

Entre otros milagros, fueron muchos los casos de mujeres que, no podían dar a luz y lo consiguieron pidiendo ayuda al Fray Martin.

Así sucedió a muchas personas alejadas de los médicos, a la que emplearon una carta de fray Martín, y especialmente, a doña Graciana Farfán de los Godos, a quien libró de una contaminación y muerte segura.

Pídase la gracia que se desea.
Un Padrenuestro, tres Avemarías y un Gloria.

Noveno día: Apotesis

(Se realiza la señal de la cruz)

Inspeccionada en Roma la asombrosa vida del Siervo de Dios fray Martín y a petición del Rey Felipe IV y de todos los elementos vitales de la ciudad de Lima, envió el Pontífice las cartas, nombrando jueces apostólicos para constituir el proceso solemne.

Se notificó a la ciudad tan fausto informe en la Catedral, en pomposa función, con asistencia del Virrey, Arzobispo, y otras autoridades civiles y militares además de una gran cantidad de personas que no había espacio en  el templo; todos lloraban de gozo, pues era el momento de ver beatificado y canonizado a su querido fray Martín.

Unos y otros relataban sus virtudes y los milagros obrados por Dios para ratificar la noción de Santo en que todos le tenían.

Listo el proceso, y confirmado por más de 160 testigos de experiencias milagrosas, se cerró y selló ante el pueblo. Emocionado el Arzobispo vertiendo muchas lágrimas, dijo: De esta manera honra Dios a este hombre de color que supo como servirle y amarle de corazón.

En 1837 el dia 29 de octubre de  fue beatificado por el Papa Gregorio XVI.
La gloriosa canonización ha sido el digno término de un cuidadoso trabajo aumentado en los últimos treinta años.

Pídase la gracia que se desea. Un Padrenuestro, tres Avemarías y un Gloria.

altar

En todos estos escritos y oraciones podemos ver y conocer las virtudes de San Martin de Porres, sabiendo lo importante que es creer en su poder y todo lo que puede llegar a hacer por nosotros. La fe siempre debe estar presente en cada oración que hagas hacia este santo, hazle saber qué crees en él y nunca te fallara, al igual que San Sebastian.

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