¿Qué le dijo el diablo cuando Jesús sentía hambre?

Según el relato bíblico, cuando Jesús estaba en el desierto ayunando por 40 días y 40 noches, el diablo se le acercó y le tentó ofreciéndole comida y poder a cambio de que se postrara ante él. En el Evangelio de Mateo (4:3-4), el diablo le dice a Jesús: «Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan». Jesús le responde citando Deuteronomio 8:3, diciendo: «No solo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios». En otras palabras, Jesús le dice al diablo que el alimento físico no es lo único que necesita para sobrevivir, sino que también necesita la palabra de Dios para vivir plenamente. De esta forma, Jesús rechaza la tentación del diablo y demuestra su fortaleza espiritual.

¿Qué fue lo que le dijo el diablo a Jesús?

Según la Biblia, el diablo se acercó a Jesús después de que este había ayunado durante 40 días en el desierto. El diablo le hizo tres tentaciones a Jesús, tratando de engañarlo y alejarlo de su misión divina.

Primera tentación

El diablo le dijo a Jesús: «Si eres el Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan». (Mateo 4:3)

El diablo estaba tratando de tentar a Jesús para que usara su poder divino para satisfacer sus necesidades físicas inmediatas, en lugar de confiar en Dios para proveer lo que necesitaba.

Segunda tentación

Luego, el diablo llevó a Jesús al pináculo del templo y le dijo: «Si eres el Hijo de Dios, échate abajo, porque está escrito: ‘Ordenará a sus ángeles que te lleven en sus manos, para que no tropiece tu pie con piedra alguna'». (Mateo 4:6)

El diablo estaba tratando de tentar a Jesús para que pusiera a prueba la protección divina de Dios y para tentarlo a hacer algo imprudente y peligroso.

Tercera tentación

Por último, el diablo llevó a Jesús a una montaña muy alta y le mostró todos los reinos del mundo y su gloria, y le dijo: «Todo esto te daré si postrándote me adoras». (Mateo 4:8-9)

El diablo estaba tratando de tentar a Jesús para que renunciara a su misión divina y adorara al diablo a cambio de poder y riquezas mundanas.

En cada una de estas tentaciones, Jesús rechazó al diablo citando las Escrituras y demostrando su confianza en Dios. Las tentaciones de Jesús son un ejemplo para los cristianos de cómo resistir las tentaciones del mal y seguir el camino de Dios.

¿Qué le dijo el diablo cuando Jesús sentía hambre? (Video)

¿Qué le dijo el tentador diablo a Jesús después de haber ayunado?

Según el Evangelio de Mateo 4:1-11, después de que Jesús ayunó durante 40 días y 40 noches, el diablo se acercó a él para tentarlo. A continuación, se presentan las tres tentaciones que el diablo le hizo a Jesús:

Te interesará:  ¿Cómo se llama el demonio del alcohol?

Tentación 1: Convertir piedras en pan

El diablo le dijo a Jesús: «Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en panes.» (Mateo 4:3)

Esta tentación se centró en satisfacer el hambre física de Jesús después de haber ayunado durante tanto tiempo. Sin embargo, Jesús respondió: «Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.» (Mateo 4:4)

En otras palabras, Jesús hizo hincapié en que la necesidad de alimentación física no es lo único importante en la vida, sino que también es importante alimentar el espíritu con la palabra de Dios.

Tentación 2: Saltar desde el pináculo del templo

El diablo llevó a Jesús al pináculo del templo y le dijo: «Si eres Hijo de Dios, échate abajo, porque escrito está: A sus ángeles mandará acerca de ti, y, en sus manos te sostendrán, para que no tropieces con tu pie en piedra alguna.» (Mateo 4:6)

Esta tentación se centró en poner a prueba la confianza de Jesús en Dios. Sin embargo, Jesús respondió: «Escrito está también: No tentarás al Señor tu Dios.» (Mateo 4:7)

En otras palabras, Jesús reconoció que no debemos poner a prueba a Dios para demostrar su poder y protección.

Tentación 3: Adorar al diablo a cambio de los reinos del mundo

El diablo llevó a Jesús a un monte muy alto y le mostró todos los reinos del mundo y su gloria, y le dijo: «Todo esto te daré si, postrado, me adoras.» (Mateo 4:9)

Esta tentación se centró en ofrecer a Jesús el poder y la gloria mundana a cambio de adorar al diablo. Sin embargo, Jesús respondió: «Vete, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás.» (Mateo 4:10)

En otras palabras, Jesús dejó claro que solo se debe adorar y servir a Dios, y no a ningún otro ser o entidad.

¿Donde dice que Jesús sintio hambre?

La biblia menciona varias veces que Jesús sintió hambre durante su vida en la tierra.

En el Nuevo Testamento se mencionan al menos tres ocasiones en las que Jesús sintió hambre:

  • Después de ayunar por cuarenta días en el desierto, el diablo se acercó a él y le dijo: «Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan.» (Mateo 4:3)
  • Cuando Jesús llegó a la ciudad de Sicar, sus discípulos fueron a comprar comida mientras él se sentaba junto al pozo de Jacob. Fue entonces que una mujer samaritana se acercó a él, ofreciéndole agua para beber. Jesús le respondió: «Si conocieras el don de Dios, y quién es el que te dice: ‘Dame de beber’, tú le pedirías a él, y él te daría agua viva.» (Juan 4:10) Esta conversación se da en el contexto de la hora del almuerzo, lo que sugiere que Jesús también tenía hambre en ese momento.
  • En otra ocasión, cuando Jesús estaba en el camino de regreso a Galilea, encontró una higuera que no tenía frutos. Él maldijo la higuera, diciendo: «Nunca más nazca fruto de ti.» (Mateo 21:19) Este pasaje sugiere que Jesús buscaba alimento en la higuera.
Te interesará:  ¿Cuánto mide el ángel Gabriel?

Estas menciones nos muestran que Jesús compartió nuestra humanidad y nuestras necesidades físicas.

¿Qué dice Dios del hambre?

La religión católica enseña que Dios se preocupa por el hambre y la pobreza en el mundo. La Biblia, que es la fuente principal de enseñanza de la iglesia católica, tiene numerosas referencias a la importancia de alimentar a los hambrientos y ayudar a los pobres. A continuación, se presentan algunas de las enseñanzas de la iglesia católica sobre el hambre:

La importancia de alimentar a los hambrientos

En Mateo 25:35-40, Jesús dice:

«Porque tuve hambre, y ustedes me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de beber; fui forastero, y me recibieron en su casa; estaba desnudo, y me vistieron; enfermo, y me cuidaron; en la cárcel, y me visitaron. Entonces los justos le responderán: ‘Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te dimos de comer, o sediento, y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos forastero, y te recibimos en nuestra casa, o desnudo, y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo, o en la cárcel, y te visitamos?’ El Rey les responderá: ‘Les aseguro que todo lo que hicieron por uno de mis hermanos, aun por el más pequeño, lo hicieron por mí'».

Este pasaje de la Biblia destaca la importancia de ayudar a los necesitados, especialmente a los hambrientos. Jesús enseña que dar de comer a los hambrientos es como darle de comer a él mismo.

La necesidad de justicia social

La iglesia católica también enseña que la pobreza y el hambre son el resultado de la injusticia social. En la encíclica «Caritas in Veritate», el Papa Benedicto XVI escribe:

«El hambre es un escándalo y una vergüenza para la humanidad. No se trata de un fenómeno natural o de una fatalidad, sino que es consecuencia de la falta de solidaridad y de justicia».

La iglesia católica cree que la justicia social es una parte integral de la misión de la iglesia. Los católicos están llamados a trabajar por la justicia y la igualdad en el mundo.

Te interesará:  ¿Cuál es el ángel de la ansiedad?

El valor del ayuno

El ayuno es una práctica importante en la religión católica. Ayunar significa abstenerse de comida o bebida por un período de tiempo determinado. La iglesia católica enseña que el ayuno tiene valor espiritual y puede ayudar a las personas a acercarse a Dios.

El ayuno también puede ser una forma de solidarizarse con los hambrientos. Al abstenerse de comida, una persona puede experimentar una pequeña muestra de lo que es pasar hambre. Esto puede motivar a las personas a ayudar a los necesitados y luchar contra la injusticia social.

Conclusión

La Biblia enseña la importancia de alimentar a los hambrientos y ayudar a los necesitados. La iglesia también cree que la pobreza y el hambre son el resultado de la injusticia social y que los católicos deben trabajar por la justicia y la igualdad en el mundo. El ayuno es una práctica importante en la religión católica y puede ayudar a las personas a acercarse a Dios y solidarizarse con los hambrientos.

En conclusión, la historia de la tentación de Jesús en el desierto nos muestra la fuerza y determinación de Jesús para resistir los engaños del diablo. A través de su fe y confianza en Dios, Jesús fue capaz de superar las tentaciones mundanas. Esta historia también nos recuerda la importancia de confiar en Dios y resistir las tentaciones que nos rodean en nuestras vidas cotidianas. Al seguir el ejemplo de Jesús, podemos enfrentar las pruebas y tentaciones de la vida con fuerza y ​​determinación.

Según el relato bíblico, el diablo intentó tentar a Jesús en el desierto mientras este ayunaba y sentía hambre. En una de las tentaciones, el diablo le sugirió que convirtiera unas piedras en pan para saciar su hambre. Jesús respondió citando las escrituras, diciendo que «no solo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios». De esta manera, Jesús rechazó la tentación del diablo y demostró su fe y confianza en Dios. Este episodio es considerado significativo en la historia bíblica y representa la fortaleza de Jesús en resistir las tentaciones del mal.