Gestos de Comunión

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La Instrucción General del Misal Romano (IGRM) especifica tres momentos durante la Misa en que el celebrante debe hacer la genuflexión: después de mostrar la hostia (1) y el cáliz (2) en la consagración, y antes de la Comunión (3). El texto añade: “Pero si el tabernáculo con el… Santísimo Sacramento está situado en el presbiterio, el sacerdote… y los demás ministros hacen una genuflexión cuando se acercan al altar y cuando se alejan de él, pero no durante la celebración de la Misa misma. ” (núm. 274).

La GIRM también prescribe una postura devocional apropiada para los fieles que desean recibir la comunión: “Al recibir la Sagrada Comunión, el comulgante inclina la cabeza ante el Sacramento como gesto de reverencia y recibe el Cuerpo del Señor de manos del ministro” (No. . 160).

¿Qué respuesta debemos dar a un comulgante —o a un celebrante— que siente que estos gestos son insuficientes? Cabe comentar que el GIRM establece unos requisitos mínimos. Si deseamos hacer más, solo las limitaciones prácticas del espacio de adoración nos limitan.

Así, si un celebrante desea hacer una genuflexión antes de devolver las Hostias consagradas al sagrario, nada se lo prohíbe. Asimismo, un comulgante puede hacer una genuflexión o incluso arrodillarse para recibir la Comunión si esto no impide el progreso de otros que deseen recibir la Eucaristía.